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Propuesta de un organismo para coordinar la prevención y la respuesta a las emergencias
sanitarias en el Brasil
El análisis de las vulnerabilidades en la gestión de crisis relacionadas con desastres naturales y
emergencias sanitarias en el Brasil permite llegar a dos conclusiones. La primera, a saber, a fin de reforzar
la capacidad de recuperación del Brasil en materia de seguridad ambiental, es esencial crear una cultura de
vigilancia y tratamiento del riesgo, incluida la prevención y la respuesta integrada a los desastres naturales.
Es necesario mejorar la gobernanza del Sistema Nacional de Respuesta a los Desastres, aumentar la
integración y la coordinación interagencial, pero se definen los hitos jurídicos, el órgano central y las
principales tareas y agentes.
La segunda conclusión, en el ámbito de las emergencias sanitarias en el Brasil, es que hay una
brecha y, por lo tanto, una vulnerabilidad mucho mayor. No se observa la integración doctrinal de los
principales actores en la gestión de crisis, como el Ministerio de Agricultura, Salud y Defensa. Una crisis
de salud, al principio, puede ser completamente indefinida, es una enfermedad sólo para animales, hay un
riesgo para los humanos, viene de un ataque biológico, ¿cuál es el origen y el impacto? Estas son cuestiones
que están en la interrelación de los tres ministerios indicados, del mismo modo que pueden tener
consecuencias para otros sectores, como la economía, el medio ambiente, el transporte, las relaciones
exteriores, entre otros. ¿Quién será el responsable de coordinar los esfuerzos? ¿Quién empleará sus
habilidades en la primera respuesta? ¿Dónde están los especialistas en zoonosis, epidemiología, virología,
etc.?
Como ya ocurre en varios países, un organismo central, con conocimientos especializados y
capacidad de coordinación, será fundamental para la eficacia de las medidas de prevención, mitigación,
preparación, respuesta y recuperación. El modelo de éxito observado en otras naciones es el Centro para el
Control de Enfermedades (CDC). Esta estructura, independiente y autónoma, existe desde hace décadas en
los Estados Unidos, Europa, África, China y muchos otros puntos. Con un perfil de «Salud Única», que
integra los puntos de vista de la salud humana, animal y ambiental, este organismo realiza investigaciones,
imparte capacitación, normaliza doctrinas, cuenta con capacidad de laboratorio y equipos de respuesta
rápida para investigar brotes de enfermedades, coordinar acciones de contención y mitigación.
Paralelamente, integra y supervisa las redes de vigilancia epidemiológica nacionales e internacionales,
buscando la perspectiva de nuevos patógenos, rumores e indicaciones de brotes, puntos críticos en los que
pueden surgir nuevas pandemias y epidemias, como lugares de desembarque de aves migratorias, bosques
tropicales, zonas ambientales afectadas por actividades humanas, zonas de caza y tráfico de animales, entre
otros. El Centro para el Control de Enfermedades del Brasil (CDC-Brasil) sería el epicentro de la gestión
de crisis en relación con las emergencias sanitarias, y serviría de instrumento para la integración,
coordinación y planificación interinstitucionales.